Año Nuevo, en muchos lugares, se considera una nueva forma de iniciar de cero, de cerrar ciclos y dejar el Año Viejo atrás, y Oaxaca no es la excepción.
En esta celebración, el estado de Oaxaca tiene una inmensa y emblemática preparación de platillos, como tamales, mole negro, pollo horneado, ponche de frutas y buñuelos. Estos últimos, son parte de una de las más simbólicas del estado: romper la vajilla.
Romper la vajilla es un acto de renovación para las personas, y cada plato va de la mano con un buen buñuelo oaxaqueño.
Los buñuelos oaxaqueños se remojan en miel preparada con piloncillo y anís, o salpicados con azúcar rojo. Estos mismos son servidos en un plato, y la tradición indica que, una vez que se ha terminado el buñuelo, se debe pedir un deseo, esto después de haber aventado el plato y antes de que este se rompa.
Romper el plato va más allá que pedir un deseo, sino, también, de energía, pues se remonta a tradiciones Aztecas en la fiesta de Atemoztli, en donde sustituir platos, vasijas y ollas viejas por unas nuevas, marcaba el inicio de un nuevo ciclo.
Para que esta tradición esté completa, se deben de romper 12 platos, uno por cada mes del año, y pedir 12 deseos o, en todo caso, que sean propósitos de Año Nuevo.
Romper la vajilla después de un buen buñuelo oaxaqueño es un nuevo inicio, una nueva forma de cerrar ciclos y hacerlo de una manera única y tradicional.
En Hotel Victoria Oaxaca, ven a disfrutar de un buen hospedaje mientras visitas más lugares para cumplir con esta y más tradiciones oaxaqueñas. Haz de tus vacaciones un momento inolvidable este Año Nuevo y empieza el 2024 con energías renovadas. ¡Te esperamos!