Guelaguetza es una palabra que emana del vocablo zapoteco “guendalezaa”, y significa “presente”.
La Guelaguetza es una tradición única y originaria de Oaxaca, también conocida como “fiesta de los lunes del cerro”, la cual nace en la época prehispánica como un ritual a los dioses más importantes de Oaxaca, como La Diosa Centéolt, que era la diosa del maíz. Asimismo, la fiesta tomaba lugar en un lugar conocido por los zapotecos como “Daninayaaloani”, que significa “cerro de la bella vista”.
A grandes rasgos, la fiesta empieza cuando los “chirimiteros”, que son bandas con tambores, flautas y una “chirimía” (de la cual surge el nombre de estos músicos), se encargan de tocar las mañanitas al amanecer e indicar que la fiesta está a punto de comenzar. Una vez que todos se encuentran en el Cerro del Fortín, son recibidos por puestos de comida y artesanales, y, poco después, empieza la danza.
Con el paso de los años, la sociedad se ha encargado de hacer que la tradición vaya evolucionando, como, por ejemplo, el desfile de las delegaciones al modo de la Calenda. El desfile es protagonizado por la “marmota”, una gran esfera blanca con unos tantos adornos de colores, seguida por los “gigantes”, que son grandes figuras de personas o, en algunos casos, de animales. Después de este desfile, conocemos a las “chinas oaxaqueñas”, que se encargan de bailar las canciones de la región que les ha tocado. Lo más importante de este baile es que representa a la perfección lo que cada región significa, para que, las personas que no lo saben, lo conozcan.
Todo el tiempo que dura esta celebración, los chirimiteros son importantes, pues ellos son los encargados de hacer que las mañanitas, las canciones de los danzantes y, en especial, la música oaxaqueña suene todo el tiempo, para que el ambiente se mantenga cálido, vívido y animado.
Esta fiesta, a pesar de ser importante, si el día lunes que se supone se daría la fiesta cae en 18 de julio, se recorre al siguiente lunes, pues el 18 se celebra el aniversario de Benito Juárez.
De igual forma, entre ese lunes y el siguiente, surge lo que se conoce como la “octava”, en la cual se hacen diferentes muestras gastronómicas, deportivas, y más; así como, también, se realizan exposiciones, conciertos y muchas cosas más, las cuales se encargan de transmitir la cultura Oaxaca en todas sus formas.
Al siguiente lunes 26 de julio, se repite el desfile, la fiesta, los platillos y la música del 16 de julio.
En Hotel Victoria Oaxaca, te ofrecemos lo mejor para que, cuando vengas a ver este espectáculo, lo disfrutes lo más que puedas todo el tiempo que dura. Te esperamos para vivir esta mágica tradición.